El Observatorio Nacional de Salud (ONS) lleva diez años de actividad continua, publicando, con este, 15 informes, además de 22 boletines técnicos y más de 300 artículos científicos y otros formatos de divulgación y apropiación social de la ciencia. Los análisis realizados en estos diez años se han centrado en el diagnóstico del estado de salud pública nacional, departamental y municipal. El ONS ha proporcionado así evidencia sobre las inequidades sanitarias en distintas dimensiones, como territorio, etnia, condiciones socioeconómicas, hasta entender el conflicto armado como un determinante fundamental de la salud y las desigualdades en salud en Colombia, e integrar categorías de un importante poder explicativo de las desigualdades como la clase social. Este esfuerzo está soportado en un equipo de profesionales interdisciplinario, artífices de este informe, comprometidos éticamente con la necesidad de brindar evidencia para avanzar hacia la equidad en salud, fortalecer la democracia, garantizar el derecho a la salud y el buen vivir de toda la población colombiana.
En este informe se retoma el análisis de la mortalidad evitable, el cual es una herramienta de gran utilidad en salud pública, que se basa en la valoración de ciertas muertes causadas por algunas enfermedades que, a ciertas edades, no deberían ocurrir en presencia de políticas públicas y atención médica efectiva y oportuna (1–4). Rutstein fue uno de los primeros autores en abordar el concepto, además de distinguir entre las enfermedades que deberían ser tratadas por la atención médica (por ejemplo, diabetes mellitus con insulina) y aquellas que estaban influenciadas por intervenciones de política de salud pública (como cáncer de pulmón prevenido por la eliminación del consumo de tabaco) (1,5).
El concepto de mortalidad evitable se acuñó en 1976 con la publicación de la primera lista para realizar este tipo de análisis con el fin de medir la calidad en la atención médica (1). Varios autores han propuesto listas de causas de mortalidad evitable basadas en la Clasificación Internacional de Enfermedades, inicialmente diseñadas para uso internacional. No obstante, las diferencias evidentes entre regiones geográficas generaron el desarrollo de otros listados como el caso europeo (4) y en Latinoamérica el publicado por Taucher en 1978 (6), según quien algunas causas de muerte eran evitables a partir de medidas mixtas. Esto lo convirtió en un insumo útil en la planeación de las políticas de desarrollo en un país (6). El enfoque de mortalidad evitable y sus listas de causas consideradas como tal, se han actualizado en consideración con los avances en la atención médica y la introducción de nuevas intervenciones (2,7–9).
El informe número 15 del ONS hace una estimación actualizada de la mortalidad evitable atribuible a cualquier política pública o al sistema de salud en Colombia durante el periodo 1979 y 2021 a partir de la adopción de una definición operativa de muerte evitable de tres listas de mortalidad. También, en este informe, se realiza una actualización del índice de acceso a servicios de salud (11) que clasificó los municipios del país de acuerdo con su nivel de acceso potencial y real para cruzar con eventos específicos de mortalidad evitable por el sistema de salud y aproximar desigualdades territoriales.
Se profundiza el análisis de eventos considerados evitables y de relevancia en salud pública desde distintas aproximaciones metodológicas. En menores de 5 años, presenta análisis del comportamiento de la mortalidad por enfermedad diarreica aguda (EDA), mientras identifica zonas y grupos poblacionales en donde se ha concentrado el evento. Adicionalmente, avanza en la comprensión de aspectos asociados a la mortalidad por desnutrición en La Guajira y Chocó, dos departamentos con alta mortalidad por este evento. En La Guajira, se exploran las posibles afectaciones de los proyectos de las transformaciones socioambientales asociadas a los proyectos mineroenergéticos en la soberanía alimentaria y se exploran elementos del discurso de actores institucionales en relación con la mirada y las intervenciones a la problemática. En Chocó, se identifican algunos mecanismos por los cuales el conflicto armado impacta la soberanía alimentaria y la mortalidad por desnutrición en menores de 5 años. Asimismo, se incluye un estudio del exceso de mortalidad durante la pandemia en menores de 5 años.
Las enfermedades transmisibles y las crónicas no transmisibles son objeto de profundización analítica. Se examina el comportamiento y las desigualdades de la infección respiratoria aguda (IRA) y de eventos no transmisibles como la enfermedad cardiovascular evitable o la mortalidad asociada a lesiones de tránsito a través del estudio de caso de Bogotá. Estos análisis incorporan aspectos relacionados con las intervenciones para el abordaje de los eventos evitables. Se indaga en el acceso a servicios de salud mental y la posibilidad de diagnóstico de la enfermedad mental, al partir de su posible relación con las altas tasa de suicidio en el departamento del Amazonas a través de un estudio cualitativo. En esta misma línea, y como resultado del trabajo colaborativo con la Universidad de Antioquia, se presentan tres análisis orientados a comprender el efecto de intervenciones para mejorar el acceso a la salud de poblaciones específicas, tal es el caso del análisis del suicidio en población indígena de Antioquia, la mortalidad materna evitable y uso de servicios en Guainía, y las casas de paso para el tratamiento de cáncer de seno en población indígena de La Guajira.
El informe aborda aspectos relacionados con las amplias brechas de desigualdad en el país, en diálogo con la mortalidad evitable, como el análisis de políticas de salud para el área rural y el análisis de la relación entre clase social, la mortalidad evitable y sus desigualdades, en la búsqueda de aportar a la discusión en relación con aspectos de orden más estructural y su relación con las desigualdades en la mortalidad evitable.
Se muestra, que, a pesar de mejorar sus tasas de mortalidad en el tiempo, cerca del 50% de las muertes que ocurren en el país son evitables por políticas públicas y de estas el 39% son atribuibles al sistema de salud (el 19,7% del total de muertes). Este hallazgo plantea importantes desafíos para todos los actores del sistema de salud y, en general, de todos los sectores del Estado. Además, los resultados diferenciales en el orden municipal asociados a los indicadores de acceso a los servicios de salud, destacan la importancia del sistema de salud en la disminución de las inequidades a pesar de considerarse como un determinante intermedio, pero con una capacidad fundamental al momento de atenuar el impacto de esos determinantes sociales de orden más estructural.
Así, este informe aporta recomendaciones orientadas al uso de este tipo de medidas como herramientas para evaluar el desempeño de las políticas públicas y del propio sistema de salud, además de generar otra serie de recomendaciones relacionadas con aquellos temas específicos que se abordan desde distintas perspectivas.
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