Introducción

La salud mental de los sujetos se expresa en las formas de relacionamiento del individuo con su familia y comunidad, obedece a procesos de carácter histórico, político, social y cultural, por tanto, no sólo depende de aspectos de índole biológico del individuo, sino también de sus condiciones de vida y la garantía de sus derechos (2). En Colombia, la Ley 1616 de 2013 define la salud mental como un estado dinámico de los sujetos que les facilita relacionarse con el otro, aportar a su familia, comunidad y desenvolverse en su vida cotidiana, a partir de sus recursos emocionales, mentales y cognitivos (1).

El conflicto armado colombiano se ha caracterizado por la violación sistemática de los derechos humanos de la población, a través de diferentes modalidades de violencia. Los daños producidos a las víctimas son diversos, entre ellos, los morales, emocionales y a la salud, todos relacionados con la salud mental (3). Los daños en el ámbito de la salud mental han sido reconocidos por el Estado colombiano desde una apuesta de política pública, donde se reconoce que el conflicto armado afecta no sólo físicamente a las víctimas, sino que también interfiere en su proyecto de vida, y las esferas individual y colectiva (4). En ese orden, esta aproximación busca identificar los principales daños en la salud mental de las víctimas del conflicto armado colombiano, entendiendo por tales daños, los emocionales, morales y las alteraciones a la salud mental, a partir de testimonios de víctimas de hechos del conflicto.

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Metodología

Resultados
Conclusiones

Resultados



La impronta que deja el conflicto armado en las víctimas se expresó en diferentes planos de la vida de los sujetos y sus familias, siendo los daños más referidos aquellos relacionados con las experiencias afectivas, los morales, los infligidos o revelados en el cuerpo y las afectaciones a nivel familiar. En el conjunto de testimonios analizados fue posible identificar palabras que hacían referencia a cuatro planos de la vida de los sujetos: emocional, moral, familiar y alteraciones en la salud.

Figura 2. Nube de palabras más frecuentes en los testimonios de víctimas del conflicto armado colombiano.

Cuando el dolor llegó al pueblo
     Daños emocionales

El conflicto armado como experiencia humana aparece inscrito en las emociones de sus víctimas. Palabras que evocan emociones, sentimientos o estados de ánimo ligados al dolor, la pérdida, el temor, la rabia, el resentimiento, el agotamiento y la frustración, fueron enunciadas de manera frecuente por las víctimas en sus testimonios. Los daños emocionales no son homogéneos, las lecturas de las vivencias afectivas que se descubren en los relatos de las víctimas son singulares y diversos, por lo que en ellas confluyen diferentes emociones como: rabia, frustración, impotencia, dolor; exacerbadas o perpetuadas por las condiciones de vida posteriores a los hechos victimizantes
“Desde la desaparición de mi hijo siento mucha desesperación, una lucha terrible, mucha rabia… me dan ganas de botar las cosas con furia, impotencia y dolor. Hemos pasado muchas necesidades, ya que él era quien se encargaba de todo” [1752].
Si bien, las emociones nombradas son múltiples, las referencias al dolor y al miedo tienen cierta preponderancia en los discursos de las víctimas. El sufrimiento emocional de las víctimas asociado a pérdidas y duelos se evidencia en dos niveles de sufrimiento, uno menor (“desilusión”, “nostalgia”,” tristeza” y “dolor”) y otro que denota un mayor grado (“derrumbar”, “desgarrar” y “agonía”). Por su parte, las alusiones al miedo, hacen referencia a esta emoción derivada de los hechos y actores de la guerra, así como a valoraciones afectivas de dichas situaciones (“horror”, “cruel” y “terror”) (pop up: Figura 2. Nube de palabras más frecuentes en los testimonios de víctimas del conflicto armado colombiano).

El dolor aparece entonces, como una emoción predominante, relacionada con las pérdidas, las ausencias, el adiós constante, la renuncia, el despojo y el desarraigo. La profundidad del sufrimiento y el dolor experimentado por las víctimas, en algunos testimonios, encuentra su símil en la propia muerte
“Yo sentía como si algo me hubieran quitado, […] más muerta que viva […]. Yo sentía era dolor, pero no dolor del cuerpo, sino otra clase de dolor” [65].


El miedo es otra de las emociones que sobresale en los testimonios de las víctimas. En este escenario afectivo, el silencio como respuesta al miedo aparece como la única manera de protegerse frente a la constante amenaza que representa la presencia de los actores armados o el recuerdo de las atrocidades de la guerra
"llegaban los uniformados y el carro blanco, seguro ya vienen por otros... y la gente no podía hablar, no decía nada, tenía miedo, era la época de Trujillo bajo el terror y la amenaza, se llevaron a nuestro amigo y pastor el Padre Tiberio y lo torturaron, lo asesinaron... hoy persiste el miedo y el silencio" [301].
El silencio esconde el miedo y la impotencia de las víctimas al no poder hacer algo diferente a permitir todo tipo de actos violentos y vulneraciones a cambio de preservar la vida
"y como estaban en mi pueblo en época de conflicto pensaban que podían hacer lo que ellos quisieran. Y nosotros pues callados no decíamos nada; pues como no conocíamos hasta donde podía uno reclamar…"[1761].


La vida se quedó en el camino
     Daños morales

Desde los testimonios de las víctimas el valor de la vida y de todo aquello que otorga una condición de humanidad a los sujetos, es cuestionado en el marco del conflicto armado de dos maneras, por los hechos victimizantes y por lo que viene después del hecho. La muerte, la tortura, la violación, las heridas visibles y no visibles se desestiman y en algunos casos se admiten como si fueran hechos naturales “Y más triste aún que fuera de que los asesinan tan vilmente los dejan tirados allá como si fueran quien sabe qué, eso lo enferma a uno, eso es algo que todos los días le taladra a uno la mente” [373]. El daño moral también se configura en el trasegar de las familias, individuos y comunidades después de vivir uno de estos hechos, lo vivido despúes se torna determinante para recuperar o reparar en las víctimas su sentido de valía y humanidad
“…sufríamos, pero es que uno ser desplazado es más triste. Uno vivir encerrado como un marrano” [615], “nunca nos vimos guindándole a nadie, teníamos nuestros animalitos, de eso vivíamos, sabroso… ya llegaban todas las quincenas y yo pedir, no joda, eso sí me partía el alma” [113].
Las dinámicas, actores y hechos propios del conflicto armado impactan las creencias, valores, dignidad y honra de las víctimas, vulneran sus derechos, cuestionan todo aquello que otorga la condición misma de humanidad y profundiza la discriminación; situaciones que a su vez, se ven acentuadas por escenarios posteriores a los hechos victimizantes en los que se señala, se margina y se deslegitiman los sentires de individuos, familias y comunidades ya vulneradas y violentadas por la guerra.

Tabla 1 Resumen de los daños, según categorías identificadas y sus principales hallazgos, en testimonios de víctimas del conflicto armado en Colombia.

Heridas y cicatrices
     Referencias a la enfermedad y alteraciones en salud

Referencias desde los testimonios de las víctimas a enfermedades, padecimientos o alteraciones en la salud, develan como estos estados pueden leerse como consecuencias directas de los hechos de la guerra; mientras que en otros, las huellas emocionales terminan por manifestarse en el cuerpo de las víctimas, al punto en que su expresión, es casi una lucha contra la propia vida, algunas de ellas con la muerte como desenlace final.

Tabla 1 Resumen de los daños, según categorías identificadas y sus principales hallazgos, en testimonios de víctimas del conflicto armado en Colombia

La muerte por su parte, es evocada en los testimonios de las víctimas bajo diferentes representaciones. No sólo se habla de la muerte como el fin de la vida, sino como algo que se nombra para hablar del profundo dolor y sufrimiento a partir de expresiones como “estar muerto en vida”. La muerte como idea recurrente, puede llegar en algunos casos a materializarse en actos suicidas o en acciones que reflejan una batalla contra la propia vida
"llegaban borrachos, drogados, nos sacaban al patio, nos apuntaban con armas cortas y largas, y nos cogían a la fuerza hasta encerrarnos en el cuarto que ellos quisieran… ellos escogían, una vez me tocó con tres hombres al mismo tiempo (...) Pero pasó un año y no pude más, estaba que me suicidaba y decidí escaparme (...) me subí a un carro transportador y me volé…pero hubiera preferido morir en esa casa"


¿Y ahora qué?
     Daños a la familia

Las transformaciones y reajustes a los que se enfrentan las familias van a la par de los cambios en los proyectos de vida de sus integrantes, proyectos que en algunos casos deben ser postergados, mientras se resuelve la situación inmediata de la familia, esto se refleja en el testimonio de un joven que perdió la oportunidad de laborar en una empresa debido a los cambios que supuso un hecho victimizante
"yo estudiaba en colegio industrial, en la hoja de vida que yo llevaba ahí, posiblemente salía directo a empresa, o sea, por la calificación que tenía, porque estaba nombrado como de los mejores eléctricos del colegio, y el profesor de taller de nosotros me decía eso a mí, -“usted el cupo lo tiene asegurado en una empresa”-, porque de ahí ya salían estudiantes directo a empresas por la preparación que tenía; no joda, esa vaina si me puso a mi patas para arriba” [116].
Es así como los daños que causa la guerra, no sólo dejan su huella en lo individual, las familias sufren su rigor, lo que causa rupturas en las relaciones y vínculos; y genera transformaciones en sus dinámicas y tradiciones.

Tabla 1 Resumen de los daños, según categorías identificadas y sus principales hallazgos, en testimonios de víctimas del conflicto armado en Colombia.



Listado de testimonios citados.