Fuente: Organización
Mundial de la Salud (OMS)
¿Qué es la
meningitis meningocócica?
La meningitis meningocócica es una infección
bacteriana grave de las membranas que rodean el cerebro y la médula espinal.
Puede causar importantes daños cerebrales y es mortal en el 50% de los casos no
tratados. Hay diferentes bacterias causantes de meningitis. Neisseria meningitidis es una de ellas,
y puede causar grandes epidemias. Se han identificado 12 serogrupos de Neisseria
meningitidis, cinco de los cuales (A, B, C, W135 y X) pueden causar
epidemias. La distribución geográfica y el potencial epidémico varían según el serogrupo.
Para resaltar…
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La meningitis meningocócica es una infección bacteriana grave de las
membranas que rodean el cerebro y la médula espinal.
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Los brotes están fuertemente asociados a las condiciones económicas y
sociales de los países y comunidades más pobres del mundo.
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El desconocimiento o la negligencia individuales para practicar
elementales normas de higiene o por incompetencia de las autoridades y
gobiernos, los factores de riesgo o los vehículos de transmisión
socio-ambientales, son responsables en alto grado de brotes locales o de graves
epidemias generalizadas.
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Dentro de los factores tienen importancia primordial la contaminación de
las fuentes de agua, de los alimentos y del aire.
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La mayor frecuencia de la enfermedad se registra en el África subsahariana,
en el llamado “cinturón de la meningitis”,
que va desde Senegal al Oeste hasta Etiopía en Este.
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Un 80-85% de todos los casos registrados en el “cinturón de la meningitis” eran por meningococo, donde se
declaraban epidemias a intervalos de 7-14 años. Desde entonces, la proporción
del serogrupo A se ha reducido drásticamente.
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En la temporada epidémica de 2014, 19 países africanos que reforzaron la
vigilancia notificaron 11908 casos
sospechosos, 1146 de ellos mortales,
las cifras más bajas desde la puesta en marcha de la vigilancia reforzada a
través de una red funcional (2004).
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Existen varias vacunas que permiten controlar la enfermedad: una vacuna
conjugada contra los meningococos del Grupo
A, vacunas conjugadas contra el Grupo
C, vacunas tetravalentes (grupos A, C, Y y W) y vacunas a base de
polisacáridos meningocócicos.
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Al mes de junio de 2015, más de 220 millones de personas entre 1 y 29
años han recibido la vacuna conjugada contra los meningococos del Grupo A en 16 países del cinturón
africano.
Transmisión
La bacteria se transmite de persona a
persona a través de gotículas de las
secreciones respiratorias o de la garganta. La propagación de la enfermedad se
ve facilitada por el contacto estrecho y prolongado: besos, estornudos, tos, dormitorios colectivos, vajillas y cubiertos
compartidos, con una persona infectada. El periodo de incubación medio es
de 4 días, pero puede oscilar entre 2 y 10 días.
Neisseria meningitidis solo infecta
al ser humano; no hay reservorios animales. Hay personas que son portadoras
faríngeas de la bacteria, que a veces, por razones no totalmente esclarecidas,
puede superar las defensas del organismo y propagarse al cerebro a través del
torrente sanguíneo. Se cree que un 10 a 20% de la población es portadora de Neisseria
meningitidis, aunque la tasa de portadores puede ser más elevada en
situaciones epidémicas.
Síntomas
Los síntomas más
frecuentes son rigidez de nuca, fiebre elevada, fotosensibilidad, confusión,
cefalea y vómitos.
Incluso cuando se diagnostica tempranamente y recibe tratamiento adecuado, un 5
a 10% de los pacientes fallece, generalmente en las primeras 24 a 48 horas tras
la aparición de los síntomas. La meningitis bacteriana puede producir daños
cerebrales, sordera o discapacidad de aprendizaje en un 10 a 20% de los
supervivientes. Una forma menos frecuente pero aún más grave de enfermedad
meningocócica es la septicemia meningocócica, que se caracteriza por una
erupción cutánea hemorrágica y colapso circulatorio rápido.
Diagnóstico
El diagnóstico inicial de la meningitis
meningocócica puede establecerse a partir de la exploración física, seguida de
una punción lumbar que muestra un líquido cefalorraquídeo (LCR) purulento. A
veces se puede observar la bacteria en el examen microscópico del LCR. El
diagnóstico es respaldado o confirmado por el cultivo positivo de la sangre o
del LCR, las pruebas de aglutinación o la reacción en cadena de la polimerasa
(PCR). La identificación de los serogrupos y el antibiótico son importantes
para definir las medidas de control.
Tratamiento
La enfermedad meningocócica puede ser
mortal y debe considerarse siempre como una urgencia médica. Hay que ingresar
al paciente en un hospital o centro de salud, aunque no es necesario aislarlo.
El tratamiento antibiótico apropiado debe comenzar lo antes posible, de
preferencia después de la punción lumbar, siempre que esta se pueda practicar
inmediatamente. El inicio del tratamiento antes de la punción puede dificultar
el crecimiento de la bacteria en el cultivo de LCR y la confirmación del
diagnóstico. Se pueden utilizar diferentes antibióticos, como la penicilina,
ampicilina, cloranfenicol y ceftriaxona. En condiciones epidémicas en zonas de
África con escasos recursos o infraestructura sanitaria deficiente, el fármaco
de elección es la ceftriaxona.
Tendencias de los
brotes
La meningitis meningocócica produce en
todo el mundo pequeños conglomerados de casos y presenta variaciones
estacionales que explican una proporción variable de las meningitis bacterianas
epidémicas. La mayor carga de enfermedad meningocócica corresponde a una zona
del África subsahariana conocida como el “cinturón
de la meningitis”, que va de Senegal al Oeste hasta Etiopía al Este.
Durante la estación seca, entre diciembre y junio, los vientos cargados de
polvo, el frío nocturno y las infecciones de las vías respiratorias altas se combinan
para dañar la mucosa nasofaríngea, con el consiguiente aumento del riesgo de
enfermedad meningocócica. Al mismo tiempo, la transmisión de Neisseria
meningitidis puede verse facilitada por el hacinamiento de los hogares
y los grandes desplazamientos regionales de población con motivo de
peregrinaciones y mercados tradicionales. Esta
combinación de factores explica las grandes epidemias que se producen durante
la estación seca en el “cinturón de la
meningitis”.
Tras los excelentes resultados de la
introducción de la vacuna conjugada contra los meningococos del Grupo A, el número de epidemias
causadas por el serogrupo A de N. meningitidis se ha reducido
mucho, pero otros serogrupos meningocócicos como NmW, NmX y NmC siguen
provocando epidemias, si bien con menos frecuencia y menos personas afectadas.
Respuesta de la Organización
Mundial de la Salud (OMS)
La preparación se centra en
la vigilancia, desde la detección de los casos hasta su investigación y
confirmación de laboratorio. La prevención consiste en inmunizar con esta
vacuna a todas las personas de 1 a 29 años en el cinturón africano de la
meningitis. La OMS presta periódicamente apoyo técnico sobre el terreno a los
países en los que se declara una epidemia. La respuesta a las epidemias
consiste en el tratamiento rápido y apropiado de los casos con profilaxis con
antibiótico y la vacunación reactiva colectiva de las poblaciones que rodean
los casos.