Colombia lidera estrategia regional contra la fiebre amarilla junto a Perú y Ecuador

​​

El Instituto Nacional de Salud lideró una reunión regional sobre fiebre amarilla con los Institutos Nacionales de Salud de Perú y Ecuador, a través del Organismo Andino de Salud – Convenio Hipólito Unanue (ORAS-CONHU), para establecer una hoja de ruta conjunta ante el avance del brote en la región Andina.

La iniciativa fue promovida por la directora del INS de Colombia, Diana Pava, quien propuso una estrategia para analizar la evolución del virus y contener su expansión. La preocupación común nace del hecho de que los tres países comparten zonas de frontera binacional y trinacional, lo que facilita la circulación del virus entre territorios.

La directora confirmó que, entre septiembre de 2024 y mayo de 2025, se han registrado en Colombia 100 casos de fiebre amarilla, con un saldo de 44 fallecidos, lo que anticipa un brote que podría superar el del 2003 (cuando se reportaron 102 casos).

Los expertos del INS Colombia compartieron con sus homólogos de Perú y Ecuador su experiencia en el manejo del comportamiento epidemiológico en epizootias, que sirven como alerta temprana de la circulación del virus.


WhatsApp Image 2025-05-28 at 12.01.46 PM (1).jpeg


La directora del INS de Ecuador, Silvia Salgado, resaltó que el proceso de análisis de los primates no humanos representa una ventaja para los virólogos que pueden procesar muestras de diferentes órganos.

Por su parte, el director del INS de Perú, Manuel Espinosa, enfatizó que la vacunación es una de las principales medidas preventivas ante el brote, y señaló la necesidad de hospitalizar a todo paciente sospechoso de portar el virus.

Los directores de los tres Institutos acordaron: reuniones periódicas para evaluar el desarrollo de la emergencia y coordinar acciones de salud pública, intercambio de información en tiempo real a través de los centros nacionales de enlace de los ministerios de salud de cada país y una estrategia de comunicación basada en alertas tempranas para permitir la detección y reacción inmediata ante nuevos casos.

Este esfuerzo conjunto reafirma la necesidad de una cooperación técnica y científica entre países vecinos para enfrentar amenazas epidemiológicas que trascienden fronteras.