Bogotá, septiembre 6 de 2019. Investigadores del Instituto Nacional de Salud (INS) evaluaron el impacto del Guillain-Barré asociado a Zika en pacientes afectados con el síndrome durante la epidemia del Zika y un año y medio después. 

 

Dentro de los hallazgos más importantes, luego del seguimiento de largo plazo que el equipo de expertos realizó a 34, de los 40 casos notificados en la ciudad de Barranquilla, es que los pacientes, afectados por esta enfermedad, tienen edades entre los 10 a 80 años de edad y una gran mayoría (73%), los de menor edad, lograron recuperarse y no registraron secuelas graves. 

 

La investigación explica Diana Walteros, investigadora del INS, permitió concluir por ejemplo que la rehabilitación, la terapia y la edad fueron factores claves en la mejoría de los pacientes. “Los pacientes objeto del estudio se recuperaron y en el caso de los mayores de treinta años de edad, encontramos que son quienes mayor riesgo tuvieron de sufrir depresión”. 

 

Asimismo, el estudio buscó identificar si tiempo después de enfermar los pacientes presentaban alguna otra discapacidad o empeoramiento de su situación, diferente a lo reportado en la literatura científica. “Ellos estuvieron en seguimiento desde la notificación y un año y medio después de la epidemia y lo más importante que pudimos observar es que la recuperación fue muy notoria, las personas a través de la terapia recuperaron funciones motoras y neurológicas que causaban gran deterioro a su calidad de vida”. 

 

Otros de los aspectos observados es que en la etapa aguda de la enfermedad las personas presentaron muchas complicaciones, “estamos hablando de que tuvieron la necesidad de tratamientos avanzados, el uso de unidades de cuidado intensivo, pero con la rehabilitación el pronóstico fue mucho mejor. Realmente la recuperación fue muy buena y en un 27% de las personas en las que esta no fue evidente, se debió a la edad, los cuidados recibidos y el hecho de tener una enfermedad como antecedente, es decir pacientes con diabetes e hipertensión tienen menos facilidades para su recuperación”, explica Diana Walteros. 

En los casos observados en Barranquilla, algunas de las manifestaciones clínicas del síndrome más notorias fueron el compromiso del sistema nervioso periférico y los pares craneales que no es tan común. La rehabilitación estuvo asociada a terapias respiratorias, de lenguaje y físicas que incluso iniciaron desde el mismo momento de la confirmación de la enfermedad.