El último caso de poliomelitis notificado en Colombia fue en el año de 1991. Hoy gracias a los esfuerzos que se realizan desde muchos frentes, es posible afirmar #ColombiaSinPolio. 

La detección y vigilancia oportuna de los casos de poliomelitis en Colombia, los procesos de formación y entrenamiento, como la certificación de laboratorios libres de polio, son algunas de las labores que el Instituto Nacional de Salud ha desarrollado para que el país mantenga erradicada de su territorio esta enfermedad. Labores que por supuesto han sido tan relevantes como las altas coberturas en vacunación que lidera el Ministerio de Salud de Colombia.

Durante la conmemoración, Rotary 4271 entregó la mención “Polio Plus” al INS por su trabajo en la erradicación de la poliomelitis en el país y en el mundo. El reconocimiento fue recibido por la directora del INS, Martha Lucia Ospina, quien recordó la labor del INS desde varios frentes: la detección y vigilancia epidemiológica, la capacitación y la revisión y visita de todos los laboratorios para la certificación libre de polio. “Hemos hecho una tarea inmensa, el equipo del INS debió recoger todas las muestras de materia fecal para el proceso de certificación y validación de todos los laboratorios libres de polio o de posibles muestras de polio. Ese proceso lo hicimos y tiene una agenda regular en el INS y es tan solo una de las tareas clave en los procesos de atención, de vacunación y los trabajos de control. Por eso, es para mí un orgullo recibir en nombre de todo ese equipo, este reconocimiento”.

Otro de los homenajeados durante la celebración fue Orlando Castillo, médico, bacteriólogo y  epidemiólogo de campo del INS, quien lideró el proceso de certificación y de mantenimiento de la vigilancia de los inmunoprevenibles en sarampión, rubeola y la poliomelitis.

Gracias a su trabajo, se han desarrollado estándares para la vigilancia en el tema para Colombia y se ha desarrollado el entrenamiento en temas de vigilancia y control de brotes en Colombia y diferentes países de la región.

La polio, erradicada de las Américas, sigue siendo una enfermedad presente en algunos otros países, específicamente en aquellos en los cuales el acceso a la vacuna está restringido, como por ejemplo en zonas de conflicto armado en donde incluso la integridad de los vacunadores ha estado comprometida.

Es decir que se cumplen 30 años de esfuerzos para mantener a raya la polio en el país y aun así no se debe bajar la guardia. Los nuevos flujos migratorios o la dificultad de acceso a la vacuna en las poblaciones más vulnerables,  podría poner en riesgo todo ese trabajo. Bastaría un solo caso no detectado y atendido a tiempo para que se propagase la enfermedad. 

Es por esa razón que los esfuerzos continúan no solo en vacunacion y acceso a las vacunas, tambien en la vigilancia epidemiológica de la polio, en educación y en control.

Recientemente, un brote de sarampión en las Américas puso de manifiesto que estas enfermedades y su diagnóstico oportuno, se convierten en un reto permanente para los sistemas de salud y más especialmente en momentos de errradicación y no presentación de casos. De ahí que sea vital, la experiencia de los vacunadores, el conocimiento y entrenamiento de los epidemiólogos y de otros profesionales de la salud para difundir y educar sobre la enfermedad, su correcta identificación y prevención, como atención oportuna.

Ese valioso trabajo que se realiza desde el ámbito local y cuenta con articulación internacional por parte de organismos como la OPS y la OMS  contribuye precisamente para mantener bajo control la polio y hacer que desaparezca por completo del planeta.